La reserva natural Cerro El Inglés fue la primera apuesta de Serraniagua, enmarcada dentro del Esquema de Ordenamiento Territorial del municipio de El Cairo. A partir de esta iniciativa, se comenzó a construir la estrategia de conectividad entre sitios como el Cerro El Torrá, Alto Galápagos, Alto Carrizales, Cuchilla de Miralindo, Cerro Alto Morrón, Cuchilla El Tabor y los Farallones del Tatamá, con el propósito de lograr la conservación integral de la Serranía de los Paraguas.
Especies de aves
Alrededor de 9 especies amenazadas
3 en riesgo crítico (CR)
2 en peligro (EN)
4 vulnerables (VU)
Especies de anfibios
Alrededor de 25 especies amenazadas
5 en riesgo crítico (CR)
4 en peligro (EN)
10 vulnerables (VU)
5 casi amenazadas (NT)
Especies de mamíferos
Alrededor de 5 especies amenazadas
2 vulnerables (VU)
3 casi amenazadas (NT)
Registros naturales
Mayor diversidad mundial en Gesneriaceae, +20 nuevas especies
Orchidaceae
Araceae
Melastomataceae
Bromeliaceae
Gesneriaceae
La Serranía de los Paraguas, ubicada en el noroccidente del Valle del Cauca, forma parte de un corredor biogeográfico estratégico que conecta los Andes con el Chocó biogeográfico, una de las regiones más biodiversas del planeta. Este territorio alberga ecosistemas de alta montaña, bosques húmedos tropicales y zonas de transición que sustentan una gran riqueza de especies endémicas y comunidades campesinas e indígenas. Su ubicación en el contexto ecoregional del Valle del Cauca lo convierte en un nodo clave para la conectividad ecológica, la regulación hídrica y la conservación de paisajes culturales como el de El Cairo, reconocido por la UNESCO como parte del Paisaje Cultural Cafetero.
Los bosques de niebla son ecosistemas vitales que capturan agua directamente de la atmósfera, regulando el ciclo hídrico y alimentando ríos en zonas montañosas. Su vegetación densa absorbe carbono, ayudando a mitigar el cambio climático, mientras que sus suelos previenen la erosión y protegen las cuencas. Son refugio de especies únicas, muchas endémicas y aún desconocidas para la ciencia. Sin embargo, enfrentan amenazas graves: la deforestación, el cambio climático y la expansión agrícola han reducido su cobertura a menos del 2.5% del planeta. Lo que queda está fragmentado y vulnerable. Proteger estos bosques es urgente: son fuentes de agua, reservorios de biodiversidad y reguladores climáticos que sostienen la vida en múltiples escalas. Sin ellos, perdemos equilibrio ecológico.
Salvemos el Cerro El Inglés: un primer clamor, es hoy una joya de la naturaleza
La iniciativa “Salvemos el Cerro El Inglés” se originó a partir de dos momentos clave: la propuesta científica del profesor Philip Silverstone en 1990 para declarar el área como protegida, basada en su hallazgos sobre biodiversidad, y la grave deforestación observada en 2000 por miembros de Serraniagua junto al programa “A sol y agua”. Ante el riesgo de pérdida definitiva, la organización comunitaria movilizó recursos mediante eventos locales y bonos de apoyo, logrando en 2001 la compra de 22 hectáreas para establecer la primera reserva natural civil en la Serranía de los Paraguas.
Los últimos predios fueron adquiridos a través del apoyo del fondo SPN de la IUCN-NL en 2007 y de Radda Regnskog en 2020, lo cual ha dado como resultado la conformación de un modelo de Reserva Natural Comunitaria con cerca de 800 hectáreas de bosques de niebla protegidos.
Es curioso que el Cerro Principal de la reserva se llame Cerro El Inglés, por eso es importante conocer la historia que relata el origen de su nombre. Rescatada de una recopilación del señor Aldemar Medina en la novela inédita “Pueblo de Niebla” (Medina, 2022) y que registra la primera expedición de la que se tenga noticia sobre esta zona.